viernes, mayo 25, 2007

El síndrome de la tilde

El síndrome de la tilde es el conjunto de síntomas característicos de una enfermedad que padecen la mayoría de los médicos que en vez de decir síndrome dicen sindrome. Los cientifícos aún desconocen las cuasas de este mal que aqueja a tantos doctores, pero esperan poder descubrir la cura rápidamente para poder poner fin a tanto malenetendido.

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viernes, mayo 04, 2007

Había pasado tanto tiempo... Relato Breve (*)

Había pasado tanto tiempo. Sin embargo ella (no importa su nombre) siguió ahí, sola y sin saber que hacer. Así vivió los últimos años de su vida. Siempre le había gustado estar sola. Pero era otro tipo de soledad. Le gustaba salir a caminar por la ciudad, sola. Ella sola, caminaba, y caminaba, sin rumbo establecido por la ciudad. Una cuadra por aquí, doblar en la próxima esquina y hacer otras para la derecha. O para la izquierda. No importa el rumbo. Detenerse a mirar vidrieras, o la tapa de una revista en uno de esos bichos verdes que extienden sus alas desde temprano en la mañana, en tantas esquinas de esta ciudad (no importa cual). Tomar café sola; y volver a caminar sola. Finalmente después de varias horas empezaría a extrañar a su marido (no importa su nombre) y volvería a su encuentro. Lo abrazaría, lo besaría, de a poco lo llevaría hasta el cuarto y harían el amor. Pero ahora, ella estaba sola. Sola de verdad. El se había marchado y ella que estaba sola, rodeada de esa soledad que duele, que paraliza, que no te deja estar con nadie más; lo extrañaba.

El departamento estaba oscuro esa noche; con olor a humedad y a ropa vieja. De ese departamento ella lo había visto irse. Tenía sus razones, que ella nunca quiso saber. En medio de lagrimas y algún moco de esos que se confunden con las lagrimas que caen por hasta la nariz, vio como él se marchaba. Como agarraba su valija con una mano y con la otra giraba el picaporte para abrir la puerta que daba al hall. La luz del pasillo se coló por la puerta entre abierta y su sombra se dibujo en el piso y la sombra se alejo con el ruido de los pasos por el pasillo. La puerta quedo abierta. Ella no la quiso cerrar, por las dudas que él decidiera volver. Y ella se quedó así, sentada en el piso llorando al costado de la puerta. Y recordó "sombra suele vestir" que él le había leído la primera noche que estuvieron juntos.
Ahora le tocaba a ella su sombra vestir, su pasado disfrazar. Por que un día se enteró, sin quererlo, la razón de su partida. Los golpes, las amenazas, los muertos… pero no pudo. No lo hizo y siguió leyendo ese libro en el viejo departamento oscuro y con olor a humedad.
***
(*) Originalemnte compuesto para leer al compas de una canción de Brad Mehldau, Exit music (for a film)

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No strings atached...

... y la marioneta cayó al piso.

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